jueves, 30 de abril de 2009

Micros: El Caos en Lima II

Olores desagradables, rozamientos inesperados, frenadas abruptas, empujones: ¡Quién no ha gozado un micro! Si no has vivido algunas de las experiencias antes mecionadas en el transporte público limeño es que aún te falta sentir la quintaesencia, el saborcito, de nuestra querida ciudad. Eso sirve solamente para nombrar lo que sucede dentro de estos pequeños vehículos, mal llamados combis, micros, cústers, y un poco más familiarmente, microbios.


Afuera, en la avenida, el caos prima: insultos, abusos, cuadradas, frenazos en medio de la pista. "¡Avanza pe, cuñado!" "¡Animal!" Más insultos. Amenazas. Vocinazos. "¿Qué, quieres que me baje? ¿Me bajo? Ya vas a ver nomás..."

El gran pandemonio se libra de 7:30 hasta aproximandamente las 8:50 de la mañana. Y por las noches estas carrozas del infuerno son liberadas desde las 7:00 hasta eso de las 9:00. Estos despiadados ven el manejar como si fuera un jueguito de su Wii o PSP, donde matar a más peatones les diera un bonus de puntos. Es suficiente ver las noticias, o hasta incluso salir a la esquina de la avenida más cercana, para ser un expectador directo de las pericias de estos señores.

No basta con decir que la experiencia de levantar el brazo y escurrirse entre las mochilas, carteras, maraña de brazos y piernas, es mejor que subirse a una montaña rusa del primer orden; lo más verídico e interesante del caso es que solamente nos cuesta un sol, o un sol veinte para los que soportan esta tortura por más minutos. No cuento el pasaje de cincuenta céntimos porque a los escolares ni los recogen, y si lo hacen les obligan a pagar el pasaje completo. O sea que además de abusar con sus vocinas, insultos, cuadradas en medio de la pista, también abusan de los pobres chibolos que lo único que quieren es llegar a clases.

Y lo digo porque lo he vivido en carne propia. Resulta qure antes vivía en la avenida Roca y Bologna y el micro para ir a mi colegio -que queda en la molina- sólo pasaba por Benavides. Una caminada impresionante, y además de eso, como andaba con mi uniforme, los indeseables no paraban. Tenía que caminar hasta el semáforo tres cuadras más arriba o esperar a que un policía se plante al costado para que no se fueran de largo (cosa muy poco frecuente). También cabe resaltar que los paraderos, hasta donde yo recuerdo, eran escasos o nulos. Ya, no seamos tan buena gente, eran inexistentes.

Si es que acaso esa no pareciera la fechoría más grande de mis amigos los microbuseros, también está lo que mencionaba al principio. Que se quedan parados en medio de un cruce, pero solamente porque no les da la regalada gana de retroceder -o de no meterse en medio de la pista-. Y bien, cualquier incauto que no viva aquí o que no sea perufílico se preguntará qué pasó con los policías, los defensores del orden, la autoridad. Pues, ese tema, con muchas más vertientes y riquísimo en contenido quedará pendiente para un siguiente post.


Si toda esta recolección de datos no te parece suficiente, anda chapa tu combi y luego nos cuentas qué tal el correteo.

martes, 28 de abril de 2009

Dura, pero triste realidad

Como hincha crema que soy, no entendía lo que acababa de suceder. "¡No puede ser! ¿estaré soñando?", me dije. Traté de buscar cualquier excusa para poder explicar lo que mis ojos acababan de ver: la eliminación de Universitario de Deportes de la Copa Libertadores.
La culpa la tiene Burga por ir a ver el partido. Tuvimos mala suerte. El árbitro es el responsable. Si no nos hubiesen anulado el gol pasábamos. Estas fueron algunas de las tantas hipótesis que me formulé luego de ver el partido.
Sucedió lo que debió pasar tarde o temprano. La “U” no estuvo a la altura de los demás equipos. Durante la copa fue un equipo “regularón”. Gran culpa de esto lo tiene la prensa ya que por una victoria hace fiesta y nos hacen creer que estamos en la cima, cuando la verdad es que no le hemos ganado a nadie.
Pero los únicos responsables de la eliminación son los jugadores. Tuvieron noventa minutos a disposición para meter aunque sea un gol o por lo menos cerrarse bien atrás y forzar el empate a cero. Sin embargo, el partido fue todo lo contrario. Dos goles en contra en los primeros treinta minutos acabaron con la ilusión de miles de peruanos.
Es cierto que nos anularon un gol legítimo, pero esto no puede justificar el resultado. Por más buena o mala que sea la actuación de los árbitros, los equipos deben mostrar carácter, ganas y sobre todo humildad dejando de lado el exceso de confianza. La falta de estas cualidades fue decisiva para frenar el futuro de la U.
Llegué a la conclusión, el axioma del fútbol peruano, que como pequeños que somos, debemos pensar como pequeños -respetando al rival- pero matar en la cancha, no dar un balón por perdido, meter todo para ganar y sobre todo jugar con humildad dejando la soberbia de lado.

domingo, 26 de abril de 2009

Taxis: El caos en Lima

Fuente: Perú.21
Actualmente Lima es la ciudad con el peor servicio de taxis en Sudamérica, ya que casi el 66% de estos son informales. Por lo general los taxis contratados (Taxi Seguro, TataTaxi, Taxi Real, etc. ) tienden a cobrar demasiado caro para una carrera, es por esto que la mayoría de la población limeña prefiere usar el transporte de taxis informal, sin tomar en cuenta que están corriendo un grave peligro ya que muchos no cumplen con los requirimientos mínimos como: más de 1300 cc (Ticos) de motor, botiquín de emergencias, extintor, llantas operativas, entre otras cosas para poder ser utilizados como taxi sin correr peligro alguno. Actualmente en lima hay mas de 200 mil taxis, 40% de ellos son tico.

Esto no tiene cuándo terminar: choferes abusivos y malcriados que no ceden el paso cuando hay hora punta, asaltos a la hora de tomar un taxi, robos en la madrugada, contaminación, etc.
Es hora que la municipalidad de Lima haga algo al respecto y presente un proyecto para revertir esta situación como: la implementación de taxímetros o la inscripción de los taxis para que se turnen los días de trabajo para así eliminar la congestión vehicular en las avenidas principales.
Se han propuesto miles de soluciones a este tema, esperemos que una de ellas sirva para cambiar el caos vehicular que existe en Lima en estos días.
Les dejo un recorte sobre el caso de Chile, del artículo donde saqué la información, ¡hasta van a aprender inglés!
CHILE, 15 AÑOS DE FORMALIDAD. Si bien la formalización en Santiago de Chile no es tan antigua como en Argentina, desde hace mucho que sus taxistas se agruparon en empresas y comités.Juan Carlos Dextre, profesor experto en transporte de la Universidad Católica, informó que hace 15 años Santiago de Chile optó por la formalidad. En una ciudad de 6 millones de habitantes, 47 mil taxis formales (casi el 90% del total) circularían hoy en día. Todos pintados de negro y amarillo y con modernos taxímetros.Hace algunas semanas, el diario La Tercera informó que, para intensificar el turismo, los choferes deben cumplir un curso anual de inglés, pasar una revisión técnica cada 6 meses y no tener antecedentes policiales.

viernes, 24 de abril de 2009

¿Hasta Cuándo?

Ya han pasado más de 26 años sin ver a nuestra selección en un mundial de mayores. Atrás quedaron las grandes hazañas, el respeto del rival, el orgullo y hasta el compañerismo.
Jugadores no faltan, buenos técnicos quizás. ¿De dónde se gradúa la mayor cantidad de técnicos peruanos? De repente no muchos lo sepan: del Instituto Alfonso Huapaya Cabrera, que pertenece a la Federación Peruana de Fútbol (FPF) presidida por Manuel Burga. Este señor, que practica dictadura en nuestro país, es uno de los principales culpables de nuestra posición en las eliminatorias (últimos y eliminados).
Hace unos días vi los partidos de la sub 17 de Perú. El resultado no me dio sorpresa: dos partidos, cero puntos.

Los resultados no se consiguen de la noche a la mañana. Traer a un entrenador de prestigio internacional tampoco va servir. “Podemos clasificar, pero al mundial 2030” apuntaba Solano –muchos lo pueden tomar a burla, pero es cierto- lo que necesitamos es trabajar bien en menores, con gente comprometida, no como la sarta de mafiosos que controla FPF, que solo dan la cara para cobrar y lo peor de todo es que se ríen en la nuestra.

El talento y el amor al fútbol se van perdiendo en los jóvenes de hoy. En las zonas más pobres la falta de educación y de apoyo hace que adolecentes se conviertan en expertos ladrones, drogadictos, alcohólicos.

Hay muchas razones por las cuales el Perú está como está. Una purga total es lo que necesita la FPF, y lo que falta (entre muchas otras cosas) es apoyo del Gobierno a los niños mediante el Ministerio de Educación.

Espero que esto se cumpla y dentro de unas décadas poder gozar viendo al Perú en un mundial.

miércoles, 22 de abril de 2009

Larcomar - 10:30

Ayer, ya muy entrada la noche y desconfigurando mi horario completo, salía de ver Dragon Ball Evoluction -no se la recomiendo a los fans de Gokú- y durante el ascenso por las gradas de madera me topé con un anuncio de letras diminutas que mis miopes ojos no podrían haber visualizado de no haber sido porque no olvidé llevar mis lentes. Era blanco, rectangular y en tímidas letras negras rezaba algo así como «Prohibido el ingreso de menores a partir de las 11». Tan simpático y hasta cómico me pareció leer tal cosa, que de plano le pregunté a uno de los guardias si estos tíos de Larcomar iban en serio o estaban tratando de hacernos una broma a todos.

A lo que me respondió con un «sí maestro, pero los chibolos traen la plata». Yo no me ufano de ser un no-chibolo, pero ese cartel me pareció demasiado fresco.

Eran ya las 10:45 en el camino a pie de regreso a mi casa y le seguía dando vueltas al asunto. Para haber sido un día de semana pude observar, como tantas otras veces, la larga cola de chicas esmeradamente arregladas, con tacones, peinados extravagantes y medio cuerpo al aire, esperando con sus respectivos galanes, que muchas veces su sacolarguezca personalidad es proporcional a los portentos de su flaquita. Debo admitir que he visto este plan un sinfín de veces y no me canso de hacerlo. Primero, porque puedo ser expectador de cuando el piso está húmedo por la bruma y alguna desventurada, por ir tan apurada y tratando de llevar el paso de modelo, se pega una resbalada y medio lugar termina riéndose de ella, no por malvados, sino por una especie de envidia como diciendo «eso te pasa por rica». También he sido partícipe de esta burla, pero luego siento pena por el saco largo de su novio porque es el único que se atreve a socorrerla como un buen pisado. Ah, eso sí, nosotros tampoco nos quedamos atrás pues cuando estamos solos, o «en busca de» o simplemente vamos a «hacernos una flaca», terminamos en un apelotonamiento gigante. Funciona así, como si fuéramos unos imanes que se atraen los unos a los otros y pareciera que la prerrogativa fuera que mientras más grande sea la mancha, y más ruido haga, mejor.

Ya, bueno, tanta descripción de los hechos hace que me caiga de risa. Incluso hubo cierta vez en que vino Bush, por el famosísimo APEC, y cerraron las calles circundantes al Marriott, y claro, como es de imaginarse, los policías pidiendo DNI en cada esquina. Yo caminaba por José González hacia Larco y en esa misma esquina habían instalado unas rejas de dos metros de alto que cerraban el paso en ambos sentidos de la avenida. El ingresar era una vuelta y media al infierno si uno iba en carro. Así que el espéctaculo de cuerpos semidesnudos, tacones y maquillaje comenzó cuatro cuadras antes de lo previsto. Era tarde, y yo andaba cansado, y el registro de mi mochila por el policía no me entusiasmaba demasiado, así que me distraje en la cola escuchando la conversación que este tuvo con una chica, muy mayor ella, que casualmente «había olvidado el DNI en su casa, pero que su papá se lo traía». El señor policía qué podía hacer ante semejante declaración mas que dejarla pasar. ¿Pero qué más podía hacer, si Natalia -así dijo que se llamaba- prácticamente se sube la falda hasta el ombligo? Faltaba decirle que sus ojos estaban en su cabeza, no dos cuartos más abajo. Todos sabemos adónde iba Natalia, incluso sus papás.

Esta serie de hechos me llevó a pensar que en realidad a nadie le importaba si dejaban pasar a menores de edad a una discoteca, incluso bajo circunstancias inusuales como la visita del presidente de Estados Unidos. Claro, yo no estoy diciendo que no haya transgredido estas reglas en algún momento. Ya, bueno, lo he hecho varias veces, cientos de veces y no me molesta admitirlo pero no hubo nadie que nos dijera, a mí y mis amigos del cole, que no podíamos, que estaba prohibido, que era contra la ley. ¿Por qué en otros países este tipo de reglas tienen mayor impacto y son respetadas, por los mismos que las imponen como por los que deberían estar sometidos a ellas? No resultaría difícil sancionar a estos locales, pero eso les causaría pérdidas monetarias... Un momento, no quisiera ser ligero, pero pareciera que existe una confabulación, una mafia, o un pacto tácito para que todos nos hagamos de la vista gorda frente a esto.

No digo que resulte erróneo ir a divertirse el fin de semana, con los amigos, ser un poco irreverentes y malcriados y pasarla lindo. ¿Pero todos los días de la semana? ¿Es que esta gente tiene tanto tiempo libre, o yo ando muy ocupado? Pero como yo soy otro impío que de vez en cuando cae -o caía- en los mismos lugares, no puedo hacerme el muy asombrado, así que me conformaré con decir que no vi nada, salvo una pequeña brisa por las extremidades de Natalia.

¿Quién controla el VRAE?

Ya todos sabemos lo que está pasado entre los ríos Apurímac y Ene. Últimamente se están librando batallas armadas entre los narcotraficantes protegidos por los sobrevivientes de Sendero y nuestras fuerzas del ejército.

En la última batalla nos tendieron una emboscada cuales fuesen las causas, pero nos trajeron grandes consecuencias como la pérdida de trece personas, entre ellas un joven de diecisiete años.
¿Cómo se puede explicar que envíen a un joven de diecisiete años sin la más mínima experiencia en comparación a los senderistas? ¿Por qué mandaron a un par de patrullas a combatir en un terreno tan conocido por sus enemigos y apenas conocido por sus tropas, y sabiendo que les faltaba inteligencia táctica? Como reconoció Guibovich: “con franqueza le digo que el error fue que faltó inteligencia táctica”.

El actual comandante general del ejército nos dice en una entrevista mostrada en “El Comercio” que “Se trata de un desliz, hubo un error humano, hay que reconocerlo, pero estamos en la dirección correcta.”

Cómo es posible llamarle a esto un desliz o decir que estamos en la dirección correcta. Me parece que no podemos llamarle “dirección correcta” a una situación tan alarmante. Los narcotraficantes nos llevan años de ventaja no solo en armamento y en conocimiento del terreno sino también en las relaciones sociales con los habitantes.

Nosotros pudimos ganarle a Sendero anteriormente, no porque Fujimori haya matado a cualquier cantidad de gente apoyándose – sin real fundamento – en que eran “terroristas” en Barrios Altos o en La Cantuta, sino por el trabajo de inteligencia empezado desde el primer gobierno de nuestro actual presidente Alan García y porque nos ganamos al pueblo a diferencia de nuestra situación actual.

En mi opinión, no estamos listos para librar batallas armadas por el momento, tenemos que realizar más trabajos de inteligencia y destruir la buena relación entre los narcotraficantes y el pueblo. El terrorista siempre va a ganar mientras se movilice como pez en el agua. Si no es así, pregúntenle a Abimael Guzmán.