¡Adiós Yehude!

La figura del premier en nuestra república padece de un carácter ubicuo que resulta de su necesidad de "dialogar" cada vez que hay un paro o protesta, desde Puno hasta Loreto. Cientos de citas por atender y acallar, por negociar salidas pacíficas y no permitir que la ley del caos impere en nuestro país.

¿Pero es esa realmente su labor? Yehude Simon deja una agenda bien cargada para su sucesor; algunas citas con fecha del año pasado que aun están sin resolver y algunas otras adquiridas recientmente tras los hechos ocurridos en la selva. Según información que recojo del Útero de Marita, que a su vez fue extraída del diario La República, se indica que el saliente premier deja un total de 325 compromisos en diversos departamentos, en Lima con el Vaso de Leche, e inclusive con asociaciones cafetaleras. Interesante resulta ver que del total solamente se ha cumplido hasta el momento el 53% de dicha agenda. Es lógico decir entonces que nuestro próximo PCM tendrá varios ataques de nerviosismo desde antes de su juramentación y qué duda cabe de que Alan deberá elegirlo con sumo cuidado.

Recuerdo con simpatía los tiempos de Toledo, cuando todas las semanas había que cerciorarse de quién estaba en la cartera en aquel entonces. ¡Si hasta Popy fue canciller! Evidentemente al presidente le cuesta gran trabajo deshacerse de cualquier elemento sea o no de su partido.

Por ahí en el mismo diario del que saqué la información de las "bombitas" que deja Yehude, se vocea que José Antonio Chang (actual Ministro de Educación, lo recuerdo por la incentiva de becas Haya de la Torre junto con Alan, ¿qué pasó con todo el plan de crear nuevos colegios para alumnos destacados?) podría haber aceptado la propuesta.

Parece que de todas maneras Antonio Brack no sale de la cartera: seguramente le salieron raíces de tanto esperar. Parece que también podría salir Mercedes Aráoz, qué pena ella me cae bien. Bueno Cornejo es nuevo y no lo sacan, creo. Obviamente Meche Cabanillas se quita, por combustión espontánea como dice Álvaro Portales.

Y cerrando lo que decía al principio: no creo que la labor de un premier sea la de estar corriendo de un lado a otro para "apagar incendios", debería crearse una oficina especial con su debido representante para que negocie directamente con estos grupos o en su defecto sea una representación con los mismos poderes de un ministro, o por último que este Enviado haga los planes de negociación y que luego sean firmados en Lima por el premier. Debemos esperar nada más que el siguiente elegido para la cuerda floja sea un hombre (o mujer, a lo mejor demuestra más coraje) con nervios de hierro y que no le tiemble la mano para tomar decisiones. Es lo mejor que podemos esperar para el Perú.

Aunque resulte improbable, me gustaría ver a PPK nuevamente como Primer Ministro, solamente me pregunto si se llevaría bien con Carranza.