jueves, 18 de junio de 2009

¿Violencia sobre razón?


O sea que si mañana me da la gana me planto en medio de la Javier Prado con mi bulto de protestantes, el 1% de ahorristas de mi distrito, a vociferar en contra del ITF. Porque mi cosmovisión ancestral de los ahorros me dicta repudiar cualquier impuesto que se le aplique a mi platita. Y al parecer así funciona nuestro supuesto sistema "democrático", la fuerza de la horda es la que se impone sobre la soberanía del Estado. Es más fácil aquí quemar llantas, bloquear el comercio, destruir la imagen de nuestro país a nivel internacional y también (aquí debería poner asesinar pero como inmediatamente los defensores de la buena fe me atacarán, no lo diré).
Además, antes de continuar me gustaría que nos saquemos de la cabeza el tema de los excesos ocurridos, que no tienen justificación alguna, pero es importante analizar dos asuntos diferentes desde dos envases distintos. Primero separemos las matanzas y retrocedamos en el tiempo a los hechos que desataron los acontecimientos lamentables. Luego veremos las consecuencias de una nación anarquista y del desorden, el caos político y social.
Los desafortunados decretos de la discordia, el de la ley forestal y fauna silvestre, y el del régimen jurídico de las tierras de uso agrícola, no son si otra cosa una medida incluida dentro del paquete para promover la inversión extranjera en nuestro país, además de enmarcar las necesidades para consolidar el TLC con los Estados Unidos. A nuestras queridas comunidades nativas no les pareció bien, porque no se les preguntó y esto aparentemente es inconstitucional. ¿Pero por qué se les tendría que preguntar nada? ¿Porque viven ahí, cazan, y adoran a las estrellas? Para mí ese mecanismo es completamente inncesario, superfluo, y sin fundamentos sólidos.
Luego al no consultárseles se les ocurrió bloquear la carretera, de paso cortando el flujo económico de la region, perjudicándose no solamente ellos sino el resto de ciudadanos insertados en la economía y dinamismo del país. Población económicamente activa que sí tiene interés en lograr un flujo mayor de capital en el lugar que vive. ¿No es esto egoísta? ¿Al bloquear carreteras no están violando el principio mismo que dicen defender de la diversidad cultural?
No me parece razonable que el resto del Perú tenga que arrodillarse ante la brutal amenza de gente que no entiende intereses mayores. No sé por qué razón nosotros tenemos que entender y respetar sus culturas y tradiciciones mientras que ellos no respetan los objetivos de un Perú mucho más grande que se expande a varios kilómetros más allá de la selva.
Además estos nativos eligieron al gobierno, votaron, y le dieron legítimamente el poder a quienes están tomando las decisiones en este momento. Es deber del Estado materializar los intereses de su gente, y su gente está obligada a someterse a su poder, que nosotros mismos le hemos entregado. El Estado únicamente debe garantizar las reglas adecuadas y armoniosas para que se dé una interacción libre de conflictos entre sus ciudadanos, manteniendo cierto margen de participación para evitar excesos. Le llaman neomercantilismo; luego del tema de la crisis, nos toca ajustarnos la correa.
El problema creo yo, radica en la fuerte conversión mundial, sobre todo por la "globalización", a una sociedad de consumo. Un consumo desenfrenado que depreda recursos insaciablemente, cada día buscando nuevas fuentes de recursos, materias primas, combustibles, etc. El Perú no es ajeno a este cambio y es su responsabilidad insertarse en la ola para no terminar con menos oportunidades de conseguir capital, que es lo que nuestra población tanto reclama que se reparta equitativamente. Es necesario que se garantice una explotación racional, claro, sostenidada. Sin embargo no nos toca hacernos de lado por un grupo de personas que sí pretende excluirse intencionalmente del sistema.
Y luego esta gente que le tiene tanto encono al establishment le reclama comida, vestimenta, derechos, ¡con qué zalamería y sin sangre en la cara!, para luego tirarle una bofetada a un país que busca en todas las formas posibles conseguir un poco de oxígeno y no desplomarse.
Yo digo que la forma como se buscan soluciones en nuestro país no es la adecuada. No nos corresponde estas manifestaciones de violencia. Por eso el gobierno actuó así, tratando de contener actos vandálicos y de no flaquear en sus decisiones, con mano dura. Y así tiene que ser, solamente que ahora les tocó ceder por la presión de un grupo de personas que en realidad no se identifican con estos pueblos amazónicos, gritan desde su balcón "¡Horror, opresión, discriminación!", ¿pero alguno ha ido al lugar, a ayudar a sus "hermanos"? Sucede que vivimos en un país de hipocresía que esconde intereses detrás de discursos "polítacamente correctos", sino miren a Toledo o a Lourdes que han aprovechado la coyuntura para meter su cuchara y despegar su campaña.

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